Un compromiso nutritivo
Por Adriana D’Angelo.
Una de las mayores preocupaciones de los padres con hijos en pleno crecimiento es su nutrición, lo que comen y toman cuando están a su lado y cuando no lo están. Teniendo en cuenta que los infantes, niños y adolescentes pasan más de un tercio del día en la escuela, es este el lugar donde hacen la comida más importante, la del mediodía, de tal forma que el departamento de nutrición escolar puede convertirse en su mejor aliado o en un tema que le quite el sueño.
Afortunadamente para los niños de Collier y de otras áreas del Estado de la Florida, este no es un problema, pues dentro del departamento que controla los programas de nutrición de las escuelas, trabajan incansablemente personajes como Sylvia Reinhart, quien se ha convertido en un ángel guardián de los menú de sus pequeños, sin conocerlos a ustedes, pero inspirada por un compromiso con el futuro de la nación, los estudiantes.
Sylvia Reinhart es un ejemplo hispano de progreso y de preparación. Comenzó como secretaria en el año 1978 dentro del Departamento de Compras en el Condado de DeSoto, luego fue ascendiendo hasta convertirse en la encargada del mismo, supervisando un total de 14 escuelas, puesto que le permitió dar los primeros pasos que la convertirían en una de las personas más destacadas en cuanto al desarrollo de los sistemas de cafeterías en el Estado de la Florida se refiere.
Reinhart recuerda que no sabía mucho de nutrición y de preparación de alimentos cuando comenzó su trayectoria, pues sus estudios habían sido en el área de administración, pero fue aprendiendo empíricamente, contrató a un chef para que les enseñara cómo cocinar saludablemente, y poco a poco fue tratando de cambiar no sólo los menú y las maquinarias para prepararlos, sino también la mentalidad de los trabajadores que servían en el departamento.
Hace 5 años el Condado de Collier hizo un estudio de todos los especialistas que trabajaban en la Florida dentro de los programas de cafeterías para reclutar a los mejores y trasladarlos al área. Una de esas personas fue Sylvia Reinhart, quien se mudó a la ciudad de Naples para trabajar, en principio como supervisora de las cafeterías, puesto que suponía para ella un gran logro en el plano profesional, pero que le ha separado de su familia, pues esta fiel trabajadora debe viajar todos los fines de semana a Arcadia, en el Condado de DeSoto, donde vive su esposo, con quien ha estado casada por 32 años, su hija y sus dos nietos.
El sacrificio de estar toda la semana lejos de su familia le ha dado muchas satisfacciones personales. Recientemente dejó su cargo de supervisora de las cafeterías para convertirse en la Supervisora de Contabilidad de los Programas de Nutrición del condado. Una responsabilidad mucho mayor, que ha sabido sobrellevar como todas las otras asignaciones de su vida.
No sólo el reconocimiento laboral le motiva a continuar su labor, sino la satisfacción de poder ayudar a los pequeños, que ella califica como el futuro y la esperanza del país. Una de sus mayores preocupaciones es que los padres se enteren de que hay formas de conseguir subsidios en los pagos de los alimentos de los niños en las escuelas, especialmente las familias hispanas, quienes muchas veces carecen de los recursos necesarios para proveer una buena dieta alimenticia por falta de dinero en el hogar.
Las claves de su éxito profesional están basadas en su preocupación por ayudar a los demás, su proactividad en el trabajo, su liderazgo, y su valentía para exponer puntos de vista y cambios en los procesos ya existentes, pero sobretodo, a su dedicación e interés por estudiar. Desde muy joven Sylvia comenzó sus estudios en México, su país natal, obteniendo los títulos de Administración de Empresas, Derecho y Economía en el Instituto Tecnológico de Monterrey (TEC). Más tarde, en 1993, amplió sus conocimientos obteniendo un diploma de Administración en el Internacional College del Suroeste de la Florida y un Master en Administración de Empresas en NOVA Southeastern University.
Todos esos estudios la convierten en un ejemplo para la juventud hispana residente en nuestra comunidad. Según Sylvia Reinhart la formación académica es fundamental para lograr las metas que una persona se propone en cualquier momento de su vida. Nunca será tarde para comenzar un camino de estudios, ella lo ha hecho, sin importar la carga de responsabilidades en el trabajo, criar una familia y ayudar a sus hijos a que continúen preparándose.
Es reconfortante conocer que personajes como éste tienen la responsabilidad de velar día a día por el crecimiento sano de los niños en las escuelas, trabajadores cuyo propósito no consiste únicamente en devengar un sueldo, ni en “darle de comer a los estudiantes”, sino más bien nutrirlos con suplementos dietéticos y mucha dedicación que, seguramente, les alimentan el cuerpo… y también el alma. Esta es la gente que necesitamos para fortalecer nuestra comunidad.
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