WOW by Adriana

Just another WordPress.com site

Dr. Ovidio Pozo

on September 24, 2007

Salud al alcance de todos

Por Adriana D’Angelo.

 

Entrar en su consultorio significa ver rostros provenientes de todos los países latinoamericanos, desde Río Grande hasta la Patagonia. Con una sonrisa tranquilizante y relajada se sienta a conversar con sus pacientes, sin importar el tiempo, ni detenerse por aquellas personas que aún siguen en lista de espera para ser atendidos. Pero aunque sea por algunas largas horas, vale la pena esperar, porque al salir de la sabia consulta de este médico de 85 años de edad, no sólo se sentirá mejor, sino con la seguridad de haber conseguido el diagnóstico correcto. 

Ovidio Pozo se ha convertido en el médico de cabecera del pueblo, desde hace más de 20 años se radicó en la ciudad de Naples, donde ha atendido a miles y miles de hombres, mujeres y niños.


“Creo que he visto en mi consulta médica a la mayor parte de los hispanos en esta ciudad, no hay un sitio al que yo vaya sin encontrarme a alguna persona que me salude porque ha sido mi paciente, lo cual me satisface grandemente porque demuestra que he hecho una labor humana y honesta, pues si acercan a saludarme es porque se sienten agradecidos”, comentó el veterano doctor.

 

Ovidio Pozo nació el 9 de agosto de 1922 en Santa Clara, Providencia de las Villas, Cuba. Es el hermano mayor de cuatro hijos. Su única hermana era también galena y murió 3 años después de pisar tierra norteamericana.

Recibió sus estudios primarios en la escuela pública de Santa Clara (Cuba) y se graduó en el año 1950 como Doctor en Medicina, luego de una carrera de 7 años en la Universidad de La Habana, la cual era la única que ofrecía esta carrera en la isla durante aquella época. El doctor cuenta que algunos de los médicos que sobreviven de esa generación, de vez en cuando se reúnen en Miami para recordar viejos tiempos.

Se casó en el año 1961 con su amada esposa Hilda, quien es su mano derecha en el consultorio, y la confidente de muchos de sus pacientes. La pareja sólo tuvo una hija llamada Isabel, graduada en Bioquímica en la Universidad de Boston. Actualmente la heredera del apellido Pozo está haciendo su sueño realidad al abrir un restaurante en el área del downtown de la ciudad de Naples junto a su socia Mary Shipman. El local se llamará: IM Tapas y ofrecerá deliciosa gastronomía española.

“Volví a nacer la tarde del 12 de mayo de 1974 cuando logré salir de Cuba hacia España, después de 12 años de infierno comunista y tras 6 años y medio de haber sido separado de mi familia, para ser trasladado hacia el poblado de Yaguajay, el cual era una especie de siberia para quienes pedían permiso para salir del país. Durante todo ese tiempo sólo veía a mi esposa y a mi hija por unas pocas horas cada 2 ó 3 semanas”, recordó el doctor Pozo.

Permaneció en España junto a Hilda e Isabel por tres meses, como lo hicieron otros 30 mil cubanos que esperaban su traslado hacia Miami en aquellos tiempos. El 10 de Agosto de 1974 llegó a Miami donde lo esperaba su familia. En seguida se matriculó en un curso de la Universidad de Miami, subsidiado por el Condado de Dade y dirigido a profesionales de la salud extranjeros, que les preparaba para tomar el primer examen requerido para poder ejercer la carrera en suelo norteamericano.

Luego tomó otro curso en la misma casa de estudios, que era impartido a los cubanos con una ayuda del gobierno federal, mediante el cual pudo obtener, en el año 1976, la licencia para trabajar como médico general en el estado de la Florida.

Ese mismo año se mudó a Steubenville, Ohio, con la intención de conseguir una residencia en anestesia, la cual era su especialidad en Cuba, pero a la edad de 54 años ya se le hizo difícil obtenerla. De allí partió a Weirton, West Virginia, donde residió por un año hasta que decidió regresar a la Florida para trabajar en un centro de salud mental de la ciudad de Fort Myers. Al poco tiempo se fue a Miami donde trabajó en tres  salas de emergencia.

En 1984 llega a la ciudad de Naples para quedarse. Aquí ha basado los cimientos de su hogar. Inicialmente laboró en el Departamento de Salud del Condado de Collier con el título de Senior Physician y luego, en el año 1988, abrió su práctica privada de medicina general, que actualmente sigue funcionando.

En su pequeño pero atestado consultorio de East Naples, el doctor Ovidio Pozo atiende de lunes a viernes a niños, adultos y ancianos con cualquier mal o dolencia, además de hacer consultas ginecológicas (citologías) y los días sábados recoge muestras de sangre para hacer pruebas de laboratorio. Sus consultas comienzan a las 2 de la tarde, así que le queda tiempo para descansar (le encanta dormir) y trabajar en su jardín por las mañanas.

Comenta que hubo épocas en las que atendía un promedio de 15 pacientes diario, aunque actualmente ese número se ha reducido. Según Pozo, el descenso de la cantidad de pacientes que acuden a su consulta es el reflejo de la situación económica que se vive en el condado de Collier debido a la caída de la industria de la construcción, la falta de empleo y los crecientes problemas de inmigración, “Mientras el paciente no tiene dinero para mantener su hogar, no podrá acudir al doctor, ni mucho menos costearse los medicamentos”.

El 70% de sus pacientes son de origen mexicano, seguido por los que provienen de Centro América. Los principales padecimientos que atiende son problemas respiratorios, cutáneos y digestivos. Además, ha notado un gran incremento de diabetes, relacionado muy estrechamente con el grupo mexicano, por sobre las otras nacionalidades.

Ovidio Pozo se confiesa “Encantado de vivir en un país de libertades, donde todos tenemos las puertas abiertas para progresar. Aquí tenemos la oportunidad de trabajar, pero nada se nos da gratuitamente, el éxito en este sistema depende del esfuerzo y el sacrificio diario… por eso siempre digo: God Bless America, tierra que recoge a todos los necesitados del mundo…”.

Definitivamente este es un doctor en todo el sentido de la palabra, uno de esos inmigrantes que, por razones de conciencia y no por hambre o conveniencia, llegaron a este país a dar el ejemplo, entregándole a la comunidad hispana los mejores años de su vida.

 



Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: