Agua, viento, sol y arena al extremo
Por Adriana D’Angelo
¿Alguna vez has visto en la playa personas deslizándose por el agua a bordo de una especie de cometa que vuela con el viento? ¿Te han deslumbrado sus piruetas tan arriesgadas y divertidas a la vez? Si has tenido la oportunidad de presenciar estas faenas acuáticas, has sido testigo de sesiones de Kiteboarding, uno de los deportes más noveles del planeta, también conocido como Kite surfing.
El Kiteboarding es un deporte extremo de deslizamiento en el agua, que consiste en el uso de una cometa de tracción (kite, en inglés), que estira al deportista (kiter) mediante cuerdas: 2 fijas a la barra, y las otras 2 ó 3 restantes pasan por el centro de la barra y se sujetan al cuerpo mediante un arnés, permitiéndole deslizarse sobre el agua, utilizando una tabla o esquí del tipo wakeboard, diseñado para tal efecto.
Según Enrique Gianello, instructor de Wind Stalkers Kiteboarding, la única condición necesaria para comenzar a practicar este novedoso deporte acuático es saber nadar. “Es importante que las personas reciban un entrenamiento adecuado y profesional antes de intentar incursionar en este deporte, ya que es sumamente peligroso si no se toman las medidas de seguridad necesarias”, aseveró Gianello.
Wind Stalkers Kiteboarding ofrece adiestramiento especializado en un curso que está dividido en tres niveles. El primero de ellos es de carácter introductorio, pero según Gianello es el más importante porque, entre otras cosas, se instruye a la persona sobre cómo entrar al agua, se le proporcionan los tips esenciales de seguridad, se le ofrece orientación en cuanto a la interpretación del pronóstico de tiempo y se le enseña a reconocer los instrumentos, para saber nombrar y maniobrar cada una de sus partes.
El equipo básico de kitesurf se compone del cometa, la barra de dirección, el arnés, la tabla y las líneas (cuerdas de sujeción a la cometa). Luego que la persona culmina el primer nivel de entrenamiento, se le aconseja sobre los equipos adecuados que debe adquirir de acuerdo a sus características físicas, y además se le otorga un porcentaje de descuento en equipos nuevos.
El segundo y tercer nivel se desarrollan dentro del agua, y tienen como objetivo enseñar al deportista a controlar los instrumentos y hacer maniobras con el uso del viento.
Para la familia Gianello, el kiteboarding más que un deporte o un hobby, es un estilo de vida. “Mi vida familiar está basada en el Kite surfing. Mis tres hijos de 17, 16 y 9 años lo practican de acuerdo a sus diferentes categorías. Además, nuestra afición se extiende hacia los amigos y las personas que conocemos. Una vez que comienzas en este deporte, que data de tan sólo unas dos décadas de existencia, y es el de mayor crecimiento a nivel mundial en la actualidad, se convierte en una especie de vicio, y quieres involucrar a todos los que te rodean, comprar equipos constantemente y mantenerte actualizado acerca de las novedades y del progreso que esté teniendo en otras partes”, comentó Enrique Gianello, quien enseña Kiteboarding desde el año 2004.
Según el especialista, los mejores lugares de Suroeste de la Florida para practicar este deporte extremo son Marco Island, la isla de Sanibel y algunas áreas de las playas de Naples.
Antes de salir a practicar kiteboarding, se debe hacer un análisis del estado del tiempo, el viento y las condiciones climáticas, porque no cualquier momento es apropiado para hacerlo. Afortunadamente, en la actualidad se consiguen páginas especializadas en Internet que dan pronósticos extendidos de hasta tres días.
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